Mi madre, la primera en entender mi autismo...

Fuiste la primera que supo entenderme incluso antes de que los médicos me diagnosticaran con autismo. 

Fuiste la primera en entender mis síntomas, mis manías, mis brazos agitándose cuando algo me emociona o me pone ansiosa. 

Fuiste la primera que lucho por mí ante la discriminación de la gente, del mundo entero que nos rodea. 

Fuiste la primera en luchar conmigo y por mí este camino tan duro que nos tocó en nuestras vidas. 

Fuiste la primera en secar mis lágrimas cuando en el colegio me vieron distinta y padecí la discriminación de los otros niños. 

Fuiste la primera y la única que me acompaño ciegamente en cada proyecto y emprendimiento que hice para que yo pudiera ser alguien en esta vida. 

Fuiste la primera en entender mi mundo y sacarme de allí cuándo me ausento demasiado de la tierra porque vuelo hacia otro lugar y de no ser por ti y tu perseverancia para que reaccione no hubiese podido estar aquí hoy aunque siempre regreso unas horas a mi mundo. 

A pesar de todo lo difícil que fue nuestro camino siempre te mostraste y muestras firme ante la adversidad, ante toda la gente que no me entiende, ante la discriminación, ante este mundo de gente que muchas veces me ven como alguien raro ¿y sabes lo que más admiro de ti? Que nunca te rindes, que a veces te veo cansada y tú me dices que no pasa nada y me abrazas y sigues adelante como si nada pasara luchando por mí. 

Ante todos estos años que juntas pasamos este mundo no logro ganarnos, las batallas aun seguirán lo sé, pero también sé que no nos rendiremos, tu porque eres una incansable luchadora y yo seguiré porque te amo demasiado y tú eres quien me da fuerza y me da el coraje para seguir. 

Sigo adelante por tu compañía, por tu amor, porque tú me das fuerza. 

Te amo y juntas el mundo no lograra vencernos porque mi autismo de una u otra manera nos dio una fuerza suficiente para no rendirnos, hoy somos más fuertes.